¡Hola!

Mi nombre es Rocío, soy ceramista y adoro pasar mi tiempo curioseando y creando en el taller.
Me enamoro cada día un poco más del barro, de su tacto, de la infinidad de colores y texturas que tiene, de cómo cobra vida gracias a una mezcla de amor, conocimiento y ritmo. Me maravilla cómo se transforma, la alquimia del horno, sus imperfecciones y el ver los resultados.

Fundé Terracota Cerámicas en 2020, fruto de las mil ideas que habitan en mí, de los genes creativos que tenía mi padre, del gusto y elegancia de mi madre, de la austeridad, de las enormes ganas de crear algo único, y de una mezcla de incertidumbre y miedo. Arriesgarme y confiar, en el arte, en el barro, en la vida y en las propias manos, sigue siendo asombroso.

Me llena ver cómo cada día crece este proyecto, lo mucho que aprendo y la dinámica tan sana que se crea en el que ya es mi taller. Y es que es increíble lo que nos ofrece la cerámica, lo mucho que nos ayuda a desapegarnos de las cosas, lo que llegas a practicar la paciencia, del modo en que logras conectar contigo como cual terapia… compartiendo tiempo y transmitiendo en cada pieza.

Me alegra que la artesanía llegue de nuevo a los hogares. Decorando rincones, comiendo en lindos platos y encontrando belleza en lo cotidiano.

Si quieres sorprender con una taza personalizada, con unos detalles para una boda o bautizo, quieres hacerte con una vajilla única que poder utilizar a diario, encontrar ese jarrón que hable de ti al que ponerle flores, o simplemente divertirte con un taller,
contáctame.
Estaré encantada de recibirte.
¡Gracias!


Terracota Cerámicas es la arcilla, son las manos y es el alma